Ya hace algĂșn tiempo que hay un debate acerca de la
agresividad en los pitbulls, estos perros poderosos, imponentes y magnéticos
por su apariencia.
Pues bien los que defienden a esta raza de animales junto
con otras igualmente afamadas como agresivas, afirman que la educaciĂłn de estos
animales es lo que establece si el perro serĂĄ violento, es decir, que con una
crianza correcta estos perros son calmados y sumisos como muchos otros.
Las personas que estĂĄn en contra de estos animales afirman
que los instintos salen fuera de control, ya que son por naturaleza agresivos y
hay que evitar tenerlos en casa o como compañĂa.
Los dos puntos de vista son vĂĄlidos y sobre todo comprobables,
es decir que la genética de los pitbull y el lugar donde se criaron tendrå
mucho que ver con su comportamiento.
Hace años los pitbull fueron usados en un “deporte”
llamado “bull-baiting”, un espectĂĄculo
sangriento que implica el hostigamiento de un toro con perros, por consecuencia
genéticamente estån diseñados para atacar y ser agresivos con personas y
animales.
Sin embargo el ambiente es lo que establecerĂĄ finalmente la
conducta del animal, preferentemente un cachorro debe convivir con adultos de
su especie los primeros 4 meses de vida como mĂnimo ya que estos le enseñan cĂłmo
debe morder, cĂłmo comer y sobre todo su comportamiento. En su defecto si el
animal no puede convivir con sus iguales deberĂa estar a cargo de un entrenador
profesional o bajo la vigilancia del mismo.
En conclusiĂłn, aunque estos magnĂficos animales hayan sido
creados para un fin cruel por decirlo menos, es posible, si asĂ se desea,
darles una vida pacĂfica y digna manteniendo un programa de crianza constante y
adecuada en el seno de una familia humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario